El primer diente que aparece en un bebé suele ser el incisivo central inferior en torno a los seis meses; le seguirían los incisivos superiores, los laterales y los caninos.

Cuando el niño tiene entre dos años y medio y tres, la dentición suele estar completa.

La primera muela definitiva se muestra hacia los seis años, en la parte posterior de los maxilares, junto a la última muela de leche.

Sin embargo, igual que ocurre con otros parámetros del crecimiento como son la altura o el peso, cada persona es distinta, por lo que no hay que obsesionarse con comparaciones y edades entre unos y otros.

Hay niños que no tienen su primer diente hasta que cumplen el año y otros que, incluso, nacen ya con alguno de los denominados dientes congénitos, sin que ni lo uno ni lo otro supongauna anomalía.

Tampoco son más precoces las niñas que los niños en el brote de los dientes de leche, aunque sí se observa una cierta aceleración en favor de las primeras cuando se trata de los definitivos y estaría propiciada por causas hormonales.

No hay reglas establecidas, de manera que hay pequeños que lo pasan mal con sus primeros dientes, con irritación y exceso de babeo, mientras que otros apenas lo notan.

En cualquier caso, el calendario más habitual sería el siguiente:

-Incisivos Inferiores, entre los 5 y 12 meses

-Incisivos Superiores, entre los 7 y los 10 meses

-Laterales, entre los 9 y 12 meses

-Primero molares, entre 12 y 18 meses

-Caninos, entre los 18 y 24 meses

-Segundos molares, entre los 24 y 30 meses

Los primeros dientecitos se pueden mantener limpios pasando un paño suave por ellos y a partir del primer año de vida se puede incorporar un cepillo blando.

Acostumbrar a los pequeños a esta rutina es una buena idea para que vayan adquiriendo hábito.