Encías que sangran con facilidad, que presentan un color rojo o púrpura o están inflamadasson señales de alerta sobre la posibilidad de padecer gingivitis o periodontitis.

Se trata de dos enfermedades periodontales que afectan a los tejidos que sostienen los dientes.

Patologías infecciosas en ambos casos, que requieren la atención de un especialista.

La gingivitis es una inflamación superficial que si no se trata a tiempo puede derivar en una periodontitis, una inflamación más profunda que además afecta al resto de tejidos que sustentan las piezas dentales.

Son dos problemas muy comunes que pueden tener su origen en una mala higiene, en infecciones o enfermedades en el resto del cuerpo como una diabetes no controlada, en cambios hormonales como los que se producen durante el embarazo, en dientes mal alineados o en una aparatología correctora mal colocada y, también, en la ingesta de algunos medicamentos.

En cualquier caso hay que estar atento al estado de las encías porque su mala salud puede aumentar el riesgo de padecer otras patologías como las cardiovasculares.

A los síntomas comunes señalados al principio hay que sumar la aparición de úlceras bucales en el caso de la gingivitis y el mal aliento o la presencia de dientes flojos en el de la periodontitis.

La prevención es fundamental, de manera que si se tienen indicios de que se pudieran padecer hay que consultarlo lo antes posible con el dentista. Le indicará el tratamiento más adecuado en cada caso.